viernes, 7 de noviembre de 2025

DEFENDAMOS A LA INFANCIA

 




     En los últimos tiempos estoy conociendo casos de niños y adolescentes a mi alrededor que no se sabe muy bien por qué, pero "explotan". 

     Y no hablo de niños que sufran acosos de ningún tipo, que ese sería otro tema bastante grave también, cómo están aumentando las cifras de acoso escolar, abuso sexual o violaciones en edades cada vez más tempranas. 

     Me refiero a niños que se considera "tipo" a los que les cambia el carácter, sufren trastornos del sueño, ansiedad, depresión, pierden las ganas de vivir, y muchísimas otras cosas e incluso a veces no saben ni explicar lo que les sucede. 

     Y hablo de niños entre unos once y diecisiete años, muy pequeños desde mi punto de vista para encontrarse así. 

    Y cuál es la primera respuesta del sistema de salud, medicarles, hacerles tomar un tipo de medicación que no creo que sea lo más conveniente ni lo primero que haya que hacer. Pero si tienes la suerte de ser una familia con una situación económica no muy mala, pues tú te buscas los recursos fuera de la sanidad pública. 

     Ir al psicólogo es muy caro, y lo digo porque lo sé de primera mano. 

      En definitiva, que la salud mental de nuestros niños se está yendo al carajo y creo que es un tema muy importante que en algún momento habría que abordar porque lo considero urgente. Ellos son el futuro. 

     Y si no solo la salud mental de los niños es la que se está descuidando, pero a mí es la que más me preocupa en este momento. No son públicas las cifras de suicidios infantiles, pero seguro que asustan. (Buscar si hay cifras públicas).

     Además últimamente he asistido a una formación en la que se hablaban de problemas de dificultades de la infancia y en los turnos de preguntas he oído a muchas familias hablar de sus hijos menores de diez años con esos mismos problemas que yo estaba conociendo de niños de mayor edad. Sobre todo me ha impactado mucho el escuchar a un niño de siete años decir que no quiere vivir, que se quiere morir o niños que necesitan tener un saco de boxeo para descargar energía. Y sí, sé que hay niños que por diferentes circunstancias pueden necesitarlo, pero no me refiero a ellos. 

      Yo me pregunto qué estamos haciendo como sociedad para que un niño pueda decir esto. Me da una tristeza infinita, de verdad. Nos estamos metiendo en un bucle en el que es más importante cualquier cosa que los niños. 

      Por no hablar también de toda esa perfección que emana de las redes sociales, tenemos que ser altos, guapos, listos, tener dinero, ser capaces de vivir acelerados, ... y si como adultos ya nos sentimos condicionados por estos factores, imaginad a un niño que aún no tiene criterio, que si personalidad se está forjando, aterrador. Y para rematar ahí tenemos el genocidio de Palestina en el que directamente están matando a la infancia. 

      De verdad en algún momento vamos a hacer algo como sociedad, porque ellos son el futuro y lo veo muy negro, llamadme pesimista, pero es la que siento.