jueves, 30 de abril de 2020

VUELTA AL COLE EN TIEMPOS DE PANDEMIA

   

      Está corriendo por los grupos de whatsapp una recogida de firmas en change. org. tras las declaraciones de Pedro Sánchez de abrir los centros escolares para los niños de 0 a 6 años.

      Yo no he firmado ninguna de las que me ha llegado porque no estoy de acuerdo en muchas cosas de las que plantean, pero además entiendo que me falta información además para poder hacer este tipo de cosas.

      Yo opino que Pedro Sánchez no debería de haber dicho nada hasta que lo tuviese más claro todo o dar ya más datos concretos de cómo iba a llevarse a cabo, ya que puede ser que a lo mejor nuestra Comunidad Autónoma diga otra cosa o lo adapte luego a nuestras circunstancias. Todos sabemos que la realidad de Aragón en cuanto a reparto de población, características de los colegios, vías de comunicación, no es comparable con otras comunidades. Yo creo que el gobierno ha querido hacerlo todo tan transparente y mantener a la gente informada que a veces la cagan y bastante, el exceso de información tampoco es bueno.

     Soy consciente de que hay familias que van a necesitar dejar a los niños en algún sitio si todos se van a trabajar y que en el mes de junio, esos niños estarían en sus centros escolares de primer y segundo ciclo de infantil. Por no hablar de muchos abuelos que antes cuidaban a estos niños y que tristemente algunos de ellos han fallecido. Pero aún así, creo que si hay que justificar que todos los adultos están trabajando fuera de casa, en algunas zonas, tampoco van a haber tantos niños, aquí cada cual conoce la realidad de su centro escolar y es diferente la escuela rural de la urbana.

      Yo soy de las que pienso que ahora mismo tenemos que arrimar el hombro todos y si a mí me toca hacer de guardería lo haré, no tengo problema, pero sí que me gustaría saber cómo lo hago y en qué condiciones, tendría que estar mejor planificado todo antes de haberlo dicho a la prensa. Soy maestra sí, y enseño a alumnos, pero no tengo problema en una situación excepcional de hacer de lo que haga falta, hasta si tengo que arremangarme para limpiar o cuidar enfermos.

      Que sería ideal que fuésemos protegidos, sí, pero también lo sería que fuese toda la población que ha estado en riesgo y lo sigue estando durante todo este tiempo y no por ello han dejado de hacer su trabajo. Y esto sé que es un imposible, pues no hay medios para ello tristemente, y no entro a valorar si la gestión del gobierno ha sido buena, mala o desastrosa, que eso ya habrá tiempo de valorarlo, solo estoy dando mis opiniones.

      Pero además, yo no he escuchado a nadie decir que seamos los maestros de infantil los que vamos a hacer ese trabajo (me refiero siempre a todos los profesionales de 0 a 6 años que para mí abarca la infantil cuando me refiero a ella), pienso que si las ratios son de 5 niños por ejemplo, va a tocar trabajar en estas aulas o como se organice, a todo el mundo, sean de la especialidad que sean. No vamos a dar contenidos, vamos a colaborar ayudando a cuidar a esos niños mientras sus familias no pueden hacerlo y eso sabemos hacerlo todos.

      Se habla que para dar a las familias una oferta de carácter asistencial, que lo hagan monitores de tiempo libre y auxiliares que estén en el paro, pero esos serán los que se encarguen en julio, en junio tenemos que ser los maestros, ya que tal y como se nos va a quedar la economía, como para duplicar sueldos estamos.

      Que está claro que somos el último culo la educación infantil sí, que está claro que no se nos valora también, pero que no se había movido un dedo hasta ahora también. Me gustaría saber, cuántas personas han mandado sugerencias al proyecto de ley educativa o lo hacen habitualmente cuando se puede hacerlo.

      Y a mí también me fastidia que todo el mundo opine de educación, que haya un intrusismo profesional de vergüenza, que no se nos valore en la sociedad y que los diferentes gobiernos no nos tengan en cuenta (vamos ni a la sanidad), pero para eso ya habrá tiempo, ya podremos reivindicar, manifestar y protestar, pero no ahora sino cuando todo esto acabe.

     Pero lo que de verdad me enfada, es que tuvimos unos años con muchos recortes, donde hubo manifestaciones, concentraciones, acampadas,… y no nos movimos, y al final tenemos lo que nos ganamos, aunque me duela en el alma, pues yo estuve en todo tipo de reivindicaciones que se hicieron a favor de la sanidad y la educación públicas, qué mareas aquellas. Si toda esa gente que está firmando esta petición hubiera apoyado aquellos movimientos, mejor nos iría.

      Ojalá toda esta situación sirva para mejorar, para que se controle mejor por ejemplo la situación de las residencias de ancianos y se revise la educación infantil.


viernes, 24 de abril de 2020

REFLEXIONES EN UNA NOCHE DE INSOMNIO


Insomnio  y trastornos del sueño, son algunas de las afecciones que estamos sufriendo muchas personas en estos días de confinamiento. Para algunos de nosotros, son viejos conocidos como otras cuestiones, pero para la mayoría, es una situación totalmente novedosa.

Así que hoy, voy a aprovechar uno de estos momentos para poner por escrito algunas de las reflexiones que me vienen a la cabeza en los últimos días. 

Se está hablando mucho de la salida de los niños a la calle, algo que se va a realizar, teniendo en cuenta unas instrucciones, a partir del próximo domingo.

Se ha alegado para ello que los niños están viviendo una situación de confinamiento que les está produciendo también trastornos del sueño, regresiones, cambios de humor, problemas emocionales, necesidad de vitamina D, etc.

Independientemente de mi opinión sobre si los niños deberían de salir o no a la calle, lo que creo es que a lo mejor también deberíamos de recapacitar entre todos qué está pasando en las cabezas de esos niños, qué problemas psicológicos pueden estar gestándose y sobre todo qué está produciendo en ellos el intentar seguir el ritmo escolar en casa.

Es verdad que la salud física es muy importante, pero tanto o más lo es la salud psicológica. 

Actualmente, todos sabemos la relación que tienen el movimiento y el aprendizaje y desde luego en una situación de confinamiento, no creo que se den las mejores condiciones para que se produzca ninguno de ellos.

Por otro lado, tenemos unas indicaciones que no quedan nada claras y que van cambiando conforme van pasando los días. En un momento dado, se consideró que el adelantar materia además de acentuar la brecha social, no era conveniente para el estado emocional en el que se podían encontrar los niños, a los días se pensó que a lo mejor sí que se podía adelantar materia, como he dicho antes las instrucciones que se nos dan van variando.

Hoy en concreto se ha publicado una orden que establece las directrices del tercer trimestre, pero en la que se han olvidado de la educación infantil y de la educación especial, algo que tampoco nos pilla de sorpresa porque solemos ser las grandes olvidadas.

Se habla de una posible vuelta a las aulas unos días de junio para que los niños puedan despedirse de sus compañeros y maestros. 

Se habla de una disminución de ratio en las aulas que bienvenida sea, ya que llevamos reivindicandola muchos años pero que conlleva un gasto económico al que creo que no se va a poder hacer frente. 

También se habla del distanciamiento social que tendremos que llevar a cabo en esas aulas que tenemos con una superficie tan pequeña que ya no nos caben los alumnos y que habrá que hacer turnos para poder atenderlos como en las fábricas.

Y por supuesto se habla de abrir los colegios en julio, otra idea que conlleva un gasto económico y que no creo que las mentes de los niños estén como para asumir en ese momento clases de refuerzo. 

Pero de lo que no se habla, es de las clases de infantil, esas en las que yo me desenvuelvo día a día, en las que nos comemos los mocos, vamos al baño juntos para mirar o jugar, nos tocamos y nos abrazamos, experimentamos, nos olemos, nos sentimos, manipulamos y  compartimos todo tipo de material.

Y lo peor de todo es que como siempre, la normativa lleva a múltiples interpretaciones, porque siempre deja lagunas o es ambigua en su redacción, así que acabaremos cada comunidad autónoma haciendo una cosa diferente, cada provincia haciendo una cosa diferente, cada colegio haciendo una cosa diferente y cada maestro haciendo una cosa diferente. Y así seguiremos creando desigualdades.

Y sí, ya sé que vais a decir que tengo una actitud pesimista ante la circunstancia, pero es que en los últimos años nos hemos visto recortados, amenazados' perseguidos y en una situación ahora que es dura para toda la sociedad, parece que tenemos que seguir justificando nuestro trabajo, pero lo peor de todo es que seguimos sin tener en cuenta a los niños que son los verdaderos protagonistas de todo este proceso.

Sinceramente no creo que hubiese sucedido nada por finalizar el curso escolar en el momento en el que nos habíamos quedado y preparar unos buenos planes de acogida y de adaptación para comenzar el curso que viene.


martes, 14 de abril de 2020

RELEYENDO


     Durante este confinamiento, he vuelto a leer algunos libros que ya había leído, sobre todo porque la primera lectura fue para conocer y esta la hago para profundizar.

     Hace unos cursos, y por experiencia personal, me crucé con el tema de los reflejos, me formé, compré libros y empecé a utilizar en el aula aquello que me servía, pero sin entrar de lleno.

     Ahora he decidido releer estos libros que tienen relación con el tema para planificar de una forma más concisa actividades para después llevar al aula.

     El libro de Sally Goddard es un imprescindible del tema, es la pionera en su estudio y además tiene una parte teórica y otra práctica para maestros y terapuetas.

     "Mente en acción" es un libro bastante práctico y que da también ideas para el aula.

     Los otros 2 libros son los de Tamara Chubarovsky formadora en pedagogía Waldorf y en el arte de la palabra, pero sobre todo la conocemos por sus rimas. He realizado ya 4 formaciones con ella y ahora era el momento de retomar sus libros y organizar la información.