lunes, 24 de septiembre de 2018

A VUELTAS CON LA INNOVACIÓN




    Llevo mucho tiempo dándole vueltas al tema de la innovación en educación, ¿qué es?, ¿cómo lo hago?, ¿qué me supone?, ¿voy por buen camino?,...

     Realmente ha llegado a producirme cierto "estrés" pues parece que si no innovas en tu aula ya no eres nadie, ya no estás en la "onda".

     Creo sinceramente que el tema se nos está yendo de las manos. Hay que ser el docente más innovador, el colegio más innovador, e incluso la comunidad autónoma más innovadora.

     Este fin de semana he asistido al II Congreso Internacional de Innovación Educativa en Zaragoza junto a 1400 docentes más, si como lees, 1400 docentes y he llegado a la conclusión que soy un bicho raro. Allí he visto docentes, gurús, expertos,... llámalos como quieras, pero unos me han contado cómo es su escuela invitándome a visitarla previo pago, otros me han remitido para más información a comprar sus libros que vendían, otros me han contado cómo poner en práctica lo que cuentan sus libros (a comprar otra vez) y algunos incluso se han atrevido a decir que hay que crear centros innovadores que funcionen bien para después copiarlos, eso sí, los suyos creados junto a entidades bancarias, compañías de negocios,...

    Pero cómo vamos a copiar con lo diferentes que son cada una de las realidades que tenemos en nuestros centros docentes: CRA, unitarias, poblaciones diversas, comunicaciones en ocasiones inexistentes, materiales obsoletos,...

    He de aclarar que en dicho congreso también había compañeros a pie de aula, de eso que conocen la realidad que compartimos y que merece la pena escuchar, aunque su realidad sea totalmente diferente.

     Pero vuelvo a mi tema. Yo creo que innovar consiste en observar, ver y aprender técnicas, metodologías, materiales,... que puedo adaptar a la realidad de mi centro, de mi aula y de mis alumnos. Sin ser puristas, combinando, mezclando o incluso modificando, pues ya está todo inventado y colgado en Google.

     Todos sabemos además el daño que nos hicieron los recortes y la situación que aún vivimos en las aulas (económica y de personal) y cómo deberían de solucionarse ciertos problemas antes de pretender ser los más innovadores. En mi centro por ejemplo, en infantil tenemos PDI conectados a PC que se cuelgan, no arrancan,... y eso el que tiene la suerte de tenerlo, pues algunas compañeras tienen aquellas tabletas grises de escuela 2.0. Total que no soportan casi nada, imaginaos cada vez que queremos hacer algo. Sigo tendiendo el mobiliario verde clásico que tenemos todos pero no adaptado al tamaño de mis alumnos y que me estorba o dificulta la organización del aula como a mí me gustaría. Me encantaría trabajar de otra forma y lo intento dentro de mis posibilidades por supuesto, pero necesito ciertas cosas básicas que al final la mayoría de las veces acabo comprando de mi dinero. Pero no sólo es economía, nos faltan auxiliares de educación especial y tenemos familias pidiendo permisos en el trabajo para venir al aula. Vamos una situación idónea para innovar, y aún así, algo hacemos, aunque luego nos digan los expertos que no nos basamos en teorías ni estudios. Les invito a venir a mi centro escolar para llevar a cabo un buen estudio.

    Estoy un poco cansada por un lado de los defensores de las teorías y por otro de los detractores, de esos que califican ciertas prácticas como "homeopatía educativa". Yo no pretendo curar el cáncer con agua y sal, yo creo que la neurociencia tiene algo que aportar, que educar en verde es bueno para la salud, que el movimiento despeja y prepara para la actividad siguiente, que hay que desarrollar nuestra parte sensorial, que hay que educar para la vida, para hacer ciudadanos competentes, que la sorpresa siempre nos despierta, que hay que aprender a gestionar nuestras emociones y que como dice Francisco Mora "se aprende aquello que se ama", pero todo en su justa medida y siempre observando los efectos en los niños, no siempre se puede educar en el positivismo, no somos Mr. Wonderful, también hay que frustrarse, tener miedo, pues en la vida luego nos hará falta. Podemos usar las TIC (o TAC o TEP) pero sin volvernos locos con ellas y teniendo muy en cuenta a qué edad lo hacemos y con qué población de niños.

     Y todo ello me lo da la experiencia (desde septiembre de 2000 llevo unos cuántos años a mis espaldas), ver lo que me va sirviendo o no con mis alumnos y de ir cambiando a lo largo del tiempo y del alumnado que he tenido. Adaptarse o morir.

     Es importante innovar porque hay que actualizarse, peor no es lo primordial. Creo que hay otras muchas cosas por hacer: mejorar la red de formación del profesorado (que no todo lo que se proponga sea sobre el tema de moda), mejorar desde la base, desde la universidad, mejorar las condiciones económicas de los centros y las laborales del personal, evitar "competiciones" entre colegios, crear una red de escuelas para visitar dentro y fuera de la comunidad, intentar no cambiar las leyes cada dos por tres,...

     Avanzar en compañía, no solo, pues acabas siendo el único, pero además este trabajo ha de basarse en la coordinación y la colaboración entre compañeros. En el encuentro @aulablog de Vilafranca, alguien dijo "No hay escuelas innovadoras, sino equipos de docentes innovadores".

     Y sinceramente, creo que por el momento hemos fallado en aspectos muy importantes, pues encontramos tasas altas de machismo, de embarazos entre adolescentes, de niños que no trabajan ni estudian,... y yo me pregunto, no será que estamos olvidando las bases. Está claro que la sociedad influye también, pero nosotros tendríamos que educar igual de otra forma o considerar innovadores otros métodos.

     Y lo más importante para mí es reconocer a los niños como son, con sus dificultades, situaciones,... e incluir a las familias, a la comunidad educativa en los centros. "Para educar a un niño hace falta la tribu".Encontrar puntos comunes de actuación, mayor toma de decisiones,...

     Menos vendernos de cara a la galería, está bien que conozcamos que hacen los demás, pero no como comercialización.
   




domingo, 2 de septiembre de 2018

¿¿¿Y QUIÉN PAGA LA DESCOORDINACIÓN EXISTENTE???


      El otro día, esperando en la consulta del fisioterapeuta, me sucedió algo curioso, o no, pues es algo a lo que nos hemos acostumbrado por desgracia.
     En el mismo centro médico hay diferentes especialistas y uno de ellos es una logopeda.
     En la sala estábamos esperando una madre y una abuela que entretenían a un niño en carrito con un móvil y yo.
     Al poco de estar allí,se abrió la puerta de la logopeda y salió un niño inquieto, que enseguida se fue donde estaba su hermano, le apartó el móvil y se puso a jugar con él haciéndole cosquillas, una imagen que me pareció preciosa y en la que ambos chiquitines estaban disfrutando.
     Mientras tanto la logopeda comenzó a hablar con la madre del niño sobre los progresos del mismo.
     Supe que estaba diagnosticado TDAH y que en casa no podían con él según contaba la madre y la abuela iba apostillando y diciendo cosas peores del pequeño que además en un momento se acercó y estaba escuchando como 3 adultos daban descripciones de él todas negativas.
     Por un lado la madre contando sus problemas comportamentales en casa, la abuela aportando actitudes aún peores y además desacreditando a la madre, y la logopeda que al principio había dicho que lo veía mejor, se unió y comenzó a criticar también, pero esta vez echando las culpas de todo al colegio.
     Ya tardábamos en salir en el tema.
      Criticando cómo se actuaba en los colegios, que no había especialistas, que a los niños con dificultades se les dejaba de lado, que no había expertos en los centros, que se había metido a 2 niños con problemas en cada aula como excusa para repartirlos, pero que no había funcionado, y por supuesto todo lo peor era en la escuela pública, suerte que él era alumno de la concertada,... casi salto, me costó mucho permanecer allí callada, pero pensé que no merecían mi explicación, no merecían que gastase energías en ello, creo que las aprovecharán más mis alumnos de Épila desde mañana.
     Pero la cuestión que me volvió a la cabeza es la cantidad de niños con dificultades que atendemos en el colegio, pero que también asisten a otros centros y la poca coordinación que suele existir entre todos ellos, y al final ¿quién paga los platos rotos? pues los pobres pequeños a los que en teoría deberíamos estar ayudando.
     Mi experiencia personal en este tema es que aunque se intente esta coordinación, no suele funcionar ni siquiera con atención temprana que parece que la tenemos más cercana desde los centros.
    Creo que deberíamos remar en la misma dirección y que a este tema debería dársele más importancia.



"INVISIBLE" DE ELOY MORENO



      Hace unos días y siguiendo las recomendaciones que me llegaban por las redes sociales y de mi amiga Belén Mateo, me hice con cuatro de los libros de Eloy Moreno.

     Me encantaron todos la verdad y me los leí de tirón, pero quiero hacer una especial mención a "Invisible", un libro que en mi opinión todos los docentes deberíamos de leer, trata un tema que por desgracia estamos sufriendo en los colegios e institutos, y se trata desde un punto de vista muy especial, además de que refleja la realidad de las situaciones.

     Os dejo el enlace al blog del autor donde también vende sus libros y los manda hasta dedicados.