Estar con la baja en casa de reposo y sin poder hacer casi nada, hace que tengas más tiempo para pensar.
Para comenzar os dejo un párrafo de la Constitución española de 1978.
Título I. De los derechos y deberes fundamentales
Capítulo segundo. Derechos y libertades
Sección 1.ª De los derechos fundamentales y de las libertades públicas
Artículo 16
1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
En teoría somos un país laico ya que como dice la constitución “ninguna confesión tendrá carácter estatal”, pero es verdad que tenemos un pasado en este país y que está costando mucho cambiar algunas cosas y que luego existen las “interpretaciones personales”.
Según este artículo de la constitución, nuestra escuela pública también debería de ser laica, una escuela para todos y todas y aquí es donde comienzan mis reflexiones.
Últimamente se nos ha atacado a los maestros de “adoctrinar” en temas que son derechos, que implican igualdad, salud mental u otros, pero nadie habla de cómo las religiones sí que están adoctrinando dentro de nuestras escuelas.
Somos muchos los maestros y las familias que abogamos por sacar la religión de las escuelas, todas las religiones, no solo hablo de la católica, hablo de todas las que imparten clase dentro de la escuela que son varias.
Algunos de vosotros, seguro que cuando se habla de religión en la escuela pensáis en la católica porque se supone que es la mayoritaria en nuestro país, pero en los coles tenemos evangélica, islámica y alguna más.
Y aún os voy a dar otro dato que seguro que desconocéis.
Las religiones son un caos para la organización de los centros, vienen cuando a ellas les va bien y tienes que aceptarlo, tienes que organizar tus horarios en función de ellas, pero no siempre es posible y en muchas ocasiones, los alumnos de evangélica se van de su clase en matemáticas o en inglés o los de islámica en las horas de ciencias, perdiendo horas de ciertas áreas que después se evalúan.
Pero a lo que iba mi reflexión, no sé qué pasa que llegan estas fechas, llega el mes de diciembre y todos nos volvemos locos.
Vemos belenes montados en las entradas de algunas escuelas públicas, adornos en los pasillos y árboles de navidad con símbolos religiosos, visitas de los pajes reales, de papá noel o de los reyes magos y un sinfín de cosas más, pero el “top” se lo llevan los festivales esos a los que se les cambia el nombre de festival de navidad por festival de invierno, pero se cantan y bailan villancicos religiosos y que sinceramente en mi opinión, solo sirven para entretener a las familias porque la inmensa mayoría de los niños lo pasa fatal ante esa exhibición en público, por no hablar ya de el tiempo que se emplea en ensayar algo que sinceramente no sirve para nada y por no hablar de los niños con dificultades, insisto, hay otras formas más significativas para los niños de participar las familias de la escuela.
Durante todo el año hablamos de respetar la individualidad de cada uno de nuestros niños, pero llegados al mes de diciembre, parece que se nos olvida, y no solo es en este momento, he visto ofrendas a la virgen del Pilar en algunos centros, celebraciones para los santos, etc.
Nos olvidamos que en nuestras clases hay niños de religión católica, islámica, evangélica, o de cualquier otro tipo de credo o religión y sí también estamos los que no tenemos ninguna.
Siempre he abogado por la necesidad de sacar la religión fuera de las escuelas, pero es verdad que fui creciendo y además tomé la decisión personal de renegar de la iglesia católica, sí, para los que no lo sabéis, hace unos años tomé la decisión de apostatar.
A lo mejor este es un factor que me influye también bastante porque yo misma soy una de esas personas que me siento mal cuando veo símbolos religiosos dentro de la escuela, porque no es su lugar, para eso están los diferentes lugares de culto: mezquitas, iglesias,…
Pero además hay otro tema relacionado y que también me llama la atención.
Alguna vez cuando he hablado de este tema, hay personas que me dicen “claro te quejas de la navidad, pero no de que te den vacaciones”, dejando a un lado el tema las vacaciones de los docentes que creo que está ya demasiado machacado y sobre el que lo único que tengo que decir es tengo las vacaciones que me merezco y ojalá todos tuvierais las mismas que yo.
Pero además que yo preferiría tener unas vacaciones en febrero para poder viajar barato o en abril o mayo para disfrutar del buen tiempo y también sin dejarme la mitad de mis ahorros.
Pero esto es otro tema del que si queréis podemos hablar otro día.
A lo que voy hoy es que claro que me gustan las vacaciones de invierno, todas las vacaciones me gustan como a todo el mundo, pero no me gusta que todas las festividades escolares estén relacionadas con festividades religiosas, sin tener en cuenta el cansancio de los niños, lo descompensados que están los trimestres, y tantas otras cosas, pero bueno que me desvío del tema que aquí lo que venía a decir es que la escuela pública es laica y esto se nos está olvidando llegados a estas fechas.
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