domingo, 3 de junio de 2018

SENDEROS. ESCUELAS QUE ACOMPAÑAN



   Ayer tuve el lujo y el placer de asistir a una formación en el CIFE María de Ávila de Zaragoza, organizado por un claustro diverso, el del CPI Senderos.



      Fue una de esas actividades que te "llegan", de las que quieres más y que te hacen replantearte tu propia forma de ser y de actuar y aún más la educación que quieres. En este proceso yo ya llevo un tiempo de reflexión y experiencias como la de ayer me hacen replantearme aún más mis pensamientos. Resultó ser una mañana dura debido a mi estado actual, pero mereció la pena el esfuerzo sin duda.

    Necesitamos mucha más formación en este sentido, primero como personas y como docentes y después para poder ponerla en práctica en el aula con nuestros alumnos.

     En los últimos tiempos, se nos está ofreciendo formación relacionada con estas líneas que viene de entidades privadas, pero no podemos seguir gastando nuestros sueldos en ello, creo que la DGA y en concreto la parte de formación del profesorado, debería de tomar nota de que un sábado a finales de curso, más de 160 personas se apuntaron a esta I Jornada y más de la mitad se quedaron fuera. Y los asistentes pedimos más, con calma como hay que hacerlo, con tiempo para reflexión, con ayudas para que después se puedan llevar al aula,...  Al final, todo ello repercute en la mejora de la escuela pública y en la educación de los niños que es por quien lo hacemos todo.








     La forma además de "hacernos ser los alumnos" pasando por los talleres y los ambientes, fue todo un acierto y eso que hubo problemas con las inscripciones y algunos terminamos en talleres que no habíamos elegido, pero que en mi caso me hicieron poder sentir en mi propia persona ese "acompañamiento".

      Llegué a un taller de música en el que había que moverse, saltar, cantar y no parar y en mi estado, era complicado. Le conté a Carla que era quien lo llevaba mi situación y durante el tiempo que duró la actividad noté esa mirada, ese cuidado en la otra persona, ese acompañamiento del que nos había hablado Patricia. Sentí lo que cualquiera de mis alumnos deberían de sentir y fue una experiencia preciosa que me hizo pensar. 


     Cuando hablo de innovación, para mí es esto, es trabajar las emociones, es manipular, actuar, es respetar los ritmos, los intereses, respetar las diferencias, es cambiar la mirada, en definitiva es dejar ser.

     Concluyo diciendo que esta es la escuela que quiero para mí y para todos los niños y como dijo alguien ayer, "si no podemos crear estos colegios, tomemos los ya existentes", el cambio se puede conseguir poco a poco y con personas implicadas y ayer creo que quedó claro que en ese proceso estamos muchos. 


       Tengo que dar las gracias a Carol Calvo por compartir conmigo sus fotos, pues  algo sucedió con mi móvil y la mayoría de las que yo hice, se perdieron. Esto es parte de la verdadera magia de nuestro trabajo, las redes que se forman al compartir.

2 comentarios:

  1. Gracias a ti por estas líneas que recogen el "otro lado", vuestra vivencia. Yo me siento también muy afortunada de haber formado parte de este claustro tan especial, que ha hecho posible crear de la nada un colegio con una línea educativa en la que creo, y que ojalá muy pronto desde el servicio provincial reciba el reconocimiento que merece. Y si, ya que se han quedado tantas personas fuera y no han podido realizar esta formación, se pueda repetir en un espacio donde pueda llegar a todas las personas que lo soliciten.

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    1. Ojalá podáis llegar a más personas y comience el verdadero cambio de esa escuela que soñamos

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