Cambiamos psicológicamente y fisiológicamente y tuvimos que acostumbrarnos a nuestra nueva forma de vida particular, así que esta nueva normalidad social se nos va a hacer mucho más llevadera, estamos acostumbrados a vivir con cambios continuamente, a permanecer en casa según temporadas, a comunicarnos de otras formas y a dejar de hacer todo aquello que nos gusta.
Cada uno de nosotros y nosotras necesitamos un tiempo diferente, pero al final aceptamos los cambios (en ocasiones con ayuda) y nos adaptamos a ellos.
Pero esta situación que algunos y algunas vivimos, por razones de salud casi siempre; se nos puede dar en cualquier momento de nuestra vida, por eso qué importante sería que en la escuela enseñásemos a anticipar los cambios que la vida nos pueda deparar en un futuro, a aceptarlos como llegan, con una competencia emocional potente que nos ayudase a ello.
Una educación que nos ayudase a aceptarnos más como personas con todos nuestros defectos y virtudes y que también pudiésemos verlos en los demás y también aceptarlos.
Pongo punto y final con esta foto de ayer en la que aparezco con toda mi blancura, mis kilos de más y mi inseparable morrera, pero tranquila y feliz (por lo menos en ese instante, luego y iremos viendo).
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