lunes, 18 de diciembre de 2017

QUÉ ES PARA MÍ INNOVAR

      Últimamente esta es la palabra favorita en materia de educación, pero yo aún no tengo claro de verdad qué significa.

      Es inventar, readaptar, copiar, modificar, quitar el polvo, sacar de la chistera, montar una ONG,...

      Tras escuchar a los "gurús" de la educación (prefiero no calificar a algunos de ellos que me conozco), leer cientos de definiciones, haberme dado otras tantas explicaciones, insisto, aún no sé que significa y lo peor qué pretendemos con ello. 

      Varias cosas me gustaría "vomitar" sobre el tema (esa palabreja digestiva que también se usa mucho para hablar de la educación).

      ¿Por qué lo que sirvió ahora no sirve? Es una pregunta a la que deberíamos contestar, pero no con nuevos descubrimientos, sino con consensos, conversaciones, diálogo con la comunidad educativa, esa de la que se habla pero que es como la Atlántida, una utopía creo. 

      Solemos echar las culpas de todo a la administración, la legislación, los libros de texto (gran tema este, peor que las farmacéuticas y los bancos), las ratios, el papeleo o los compañeros que no me siguen, pero son excusas que empleamos en ocasiones para no echarnos la culpa a nosotros mismos y no por ello quiero decir que no sean cargas con las que tenemos que lidiar. 
      
      Pensemos de verdad en nuestros niños, pero no en un curso, en el día a día pues hoy no están como mañana ni como pasado.

      Otra idea es inclusión, ¿sirven los métodos innovadores que están de moda para todos los niños? Se suele responder que sí, por supuesto porque piensan más en los niños, parten de sus intereses, inquietudes,... pues yo creo que no, no todo sirve por igual para todos los niños. Innovar sería usar 25 métodos, estrategias, técnicas en un aula de 25 alumnos y cambiarlas 5 veces al día, 1 por sesión Para volverse locos señores.  

      No me gustan los llaneros solitarios, ni los claustros enfrentados. No me gusta la manera de mercantilizar la educación que se está llevando a cabo por ciertas entidades. No me gusta cómo cambian las personas al entrar en esta espiral. No me gusta la descoordinación entre etapas, niveles y aulas. No me gusta esta forma de innovar que estamos llevando a cabo. No me gusta escuchar lo mismo 30 veces, si fue innovación en 2015 no puede serlo en 2018, lo has vuelto a probar, lo has vuelto a poner en práctica con niños diferentes o es que sólo funcionó aquella vez y vivimos de las rentas. 

      Quiero creer de verdad que maestros innovadores somos todos o casi todos, pues día a día nos tenemos que reinventar para conseguir llegar a nuestro alumnado cambiante como la propia sociedad. No hay que decir que algunos nos podemos esforzar más que otros en esta misión, pero pocos hay que no piensen en el beneficio de los niños, aunque no digo que no existan, pues a todos nos vienen algunos nombres a la cabeza. 

      Os dejo un artículo que igual os parece extremo, pero creo que tenemos que empezar a cuestionar algunas cosas


EL AÑO DE LA INNOVACIÓN EDUCATIVA


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