Yo tengo varias reflexiones personales sobre el tema:
- Es muy curioso que en una profesión donde predominamos las mujeres todos los finalistas (por lo menos los de nuestro país) sean hombres.
- Son premios individuales en una profesión donde la coordinación entre áreas, niveles, etapas y profesionales es tan importante.
- Por no hablar de quién está detrás de la mayoría de estos premios.
- Como dice el propio artículo, estos premios, poco mejoran las condiciones materiales o personales del resto del profesorado.
Y cada vez que lo digo en voz alta, algún compañero me dice "por lo menos se habla de los maestros y de la educación", bueno pues igual sí, pero no creo que esto deba de hacerse a cualquier precio.
Me gustaría mucho más que se conociesen experiencias de grupos de docentes, en centros o entre centros incluso.
EL MEJOR PROFE DEL MUNDO
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