No solo tengo libros pendientes de leer, también tengo revistas y aprovechando el encierro y que ya me voy encontrando mejor, voy leyendo.
Estoy suscrita a la revista Aula de Infantil de la editorial Graó y cada cierto tiempo, llega la revista y también un dosier que trata sobre un tema educativo concreto y profundiza más en él.
Esta vez le ha tocado a la renaturalización de los espacios y los tiempos educativos y la verdad es que ha sido una lectura muy gratificante, me ha gustado mucho, pues estoy muy en línea con los pensamientos que en ella se plasman.
Creo que el déficit de naturaleza de los niños y niñas de hoy en día es real y que además tenemos que intentar poner soluciones, del mismo modo que pienso que el contacto con la naturaleza tiene muchísimas consecuencias positivas para el desarrollo infantil como se muestran en la revista.
Muchos centros escolares, se están uniendo a la corriente de transformar su patio, pero pienso que no solo hay que quedarse en ello, no basta con cambiar el patio del colegio, si después dentro de las aulas no existe un cambio, no sirve de nada renaturalizar el patio si no lo hago con el tiempo, si sigo trabajando en mi aula como lo he hecho siempre.
Creo que este proceso tiene que suponer un cambio sustancial en todo el centro, que como todo proceso de cambio tiene que ser consensuado y compartido por la comunidad educativa, que no vale con transformar el patio, que hay que ser consecuente con los cambios y que es necesario que cambie la mirada de tiempos, espacios, metodologías, etc., el proceso de enseñanza-aprendizaje abarca todos los ámbitos, es global y no podemos parcelar.
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